6/9/12

Siempre respetá, aquellos a quienes sirves.



En los días en que un helado costaba
mucho menos, un niño de 10 años
entró en una Heladería y se sentó
a una mesa.
La mesera puso un vaso de agua en

frente de él.
¿Cuánto cuesta un helado de chocolate

con almendras?
- pregunto el niño.
-Cincuenta centavos, respondió la mesera.
El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un

número de  monedas.
-¿Cuánto cuesta un helado solo?, volvió a preguntar.
Algunas personas estaban esperando por una mesa y

la mesera ya estaba un poco impaciente;
-treinta y cinco centavos, dijo ella bruscamente.
Volvió a contar las monedas; quiero el helado solo,

dijo el niño.
La mesera le trajo el helado, junto con la cuenta

que puso sobre la mesa y se fue.
El niño terminó el helado, pagó y se marchó.
Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la

mesa y entonces le costó tragar saliva con
lo que vio.
Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío,

había los treinta y cinco centavos y veinticinco
más... su propina.


*Jamás juzgues a alguien antes de tiempo.*