17/5/12

ENFRENTAR RETOS.

Por Daisaku Ikeda          

"Si hay algo a lo que usted debe aferrarse es al  
coraje de luchar".
Sadie y Bessie Delaney, dos hermanas afro-americanas, 
nacieron en el Sur de Estados Unidos a finales del 
siglo pasado.
A medida que crecían experimentaron situaciones de gran 
dolor debido a la discriminación tan enraizada que había 
hacia las personas descendientes de africanos.
Con frecuencia se estremecían de la ira por el trato que 
recibían. Aún así ellas se rehusaron a ser derrotadas, 
aprendiendo a reírse de la discriminación  
y alertándose mutuamente para no decaer. Las hermanas 
tomaron una determinación: "Si la sociedad no nos va  
aceptar, aunque estemos tan capacitadas
como las personas blancas, entonces tendremos que 
convertirnos en personas más capaces aún". Su padre les 
inspiraba coraje diciéndoles: "Nunca se rindan, recuerden 
que ellos pueden discriminarlas pero no pueden controlar sus 
mentes. Sus mentes aún les pertenecen". 
A través de incansables esfuerzos, ellas lograron estudiar
 en la Universidad de Columbia.
 Sadie, la hermana mayor, fue la primera persona
 afro-americana en enseñar ciencias domésticas en el nivel de
 secundaria en la Ciudad de Nueva York, 
Bessie, por su parte, era la segunda afro-americana con
 titulo para ejercer la odontología.
 Ellas no se dejaron derrotar por la discriminación, la
 pobreza o la crítica. Derribaron obstáculos con la actitud
 de que podían con todo.
 Bessie resumía su actitud diciendo: "De cualquier manera que
 lo hagas tienes que esforzarte en esta vida... 
 Si hay algo a lo que tienes que aferrarte es al coraje de luchar!"
 Ambas hermanas sobrevivieron a sus atacantes, envejeciendo
 con un profundo sentido de victoria. Sadie actualmente está
 por cumplir 109 años y Bessie falleció hace algunos años a la
 edad de 104.
                   
 Muchas personas piensan que los únicos que pueden triunfar
 en la vida son aquellos nacidos en circunstancias afortunadas

Tales personas con frecuencia sienten que ellos también
 hubiesen triunfado teniendo esto o aquello o sí solo no
 estuviesen impedidos por los problemas que los agobian
 ahora. 
 Durante mi juventud, tuve un amigo que sobresalía en
 todo y a quien todos admiraban. Sin embargo, recientemente
 supe que acabó siendo muy infeliz, asediado por enfermedades 

y problemas familiares. ¿Cómo podría ocurrirle esto a 
alguien que parecía ser muy afortunado durante su juventud? 
Quizás era porque, como fue consentido desde pequeño, él
 nunca supo lo que era el trabajo duro, ni lo que significaba
 esforzarse para lograr algo.
 Pensando que todo lo que necesitaba caería fácilmente en sus
 manos, probablemente evitó hacer arduos esfuerzos y por lo
 tanto no pudo soportar las olas de dificultad que lo
 golpearon luego en la vida.
 Mientras estemos vivos no podremos librarnos de las
 dificultades ni ahorrarnos los problemas.
 La cuestión está en cómo superarlos...
 Para esto hay solo una respuesta:
 Confrontar y retar de frente las pruebas de la vida.
 En este proceso podemos de hecho transformarlas en
 fuentes de alegría, las dificultades moldean el carácter.
 Creo firmemente que uno jamás puede convertirse en una
 persona de carácter extraordinario si sólo lleva una vida tranquila,
 común y evade las dificultades.
 La vida implica escalar una montaña, después otra y luego la
 siguiente. La persona que sigue avanzando paso a paso y
 finalmente conquista la montaña más alta obtendrá una
 verdadera sensación de victoria en la vida. Sin embargo,
 alguien que evita los retos, y se va por el camino fácil,
 gradualmente caerá en los valles y no sentirá tal 

satisfacción.
Una persona así, cuando tiene un problema tiende a pensar: 
"Yo estoy consiente de que debería tomar acción, pero será
 difícil" Al momento de actuar, este tipo de persona tiende a
 la evasión pero alguien que persevera se enfrentará al
 problema diciendo: "Será muy difícil, pero debo actuar".
 Es evidente que hay que vencer los retos y triunfar  

 sobre las adversidades es de lo que se trata la vida.
 Generalmente, el mayor obstáculo para enfrentar los desafíos
 de la vida es, de hecho, nuestro propio temor a fracasar.
 Sin embargo, no es al fracaso lo que
 esta en permitir que nuestro miedo nos impida asumir retos
 nuevos y desconocidos.
 Aun si usted tiene problemas, aún si usted ha hecho cosas de
 las cuales se lamenta o ha cometido errores, tiene todo el
 futuro por delante.
 Si usted sigue avanzando diciéndose a sí mismo:  

 "Comenzaré a partir de HOY", "Comenzaré de NUEVO a partir de 
 AHORA desde este momento", entonces todo un mundo nuevo 
 de posibilidades  se abrirá ante usted...